MOEVE: el corazón verde que late en Huelva

Si uno se acerca hoy al Parque Energético La Rábida, en Palos de la Frontera, nota enseguida que algo está cambiando. Donde antes se levantaban torres y chimeneas ligadas al petróleo, ahora se respira otro aire. La compañía Moeve, que durante décadas fue sinónimo de refinería, ha decidido dar un giro de rumbo y apostar por una energía más limpia, más moderna y, sobre todo, más sostenible.

Una apuesta firme por Huelva

Huelva se ha convertido en una de las piezas clave del plan energético de Moeve. Según los datos publicados por la propia empresa, ha destinado 94 millones de euros en inversiones para impulsar su transición energética en la provincia. Entre las medidas: la mejora del tratamiento de aguas, la valorización de residuos y la modernización de los procesos industriales.

Además, Moeve ha sido beneficiaria de una adjudicación del PERTE ERHA por 303,75 millones de euros para desarrollar la primera fase del “Valle Andaluz del Hidrógeno Verde”, un proyecto que refuerza el papel de Huelva dentro de la estrategia nacional de descarbonización.

Un cambio que ya se nota

¿Qué supone todo esto en la práctica? Que parte de la vieja industria se está transformando. Moeve ya produce biocombustibles de segunda generación (SAF) —más de 18.000 m³ en 2024— y avanza hacia el hidrógeno verde, lo que podría abrir una nueva etapa de empleo y actividad económica ligada a tecnologías limpias.

Pero detrás de esas cifras hay personas. Técnicos, ingenieros, operarios… hombres y mujeres que llevan años viendo cómo su entorno profesional cambia. Uno de ellos lo resumía hace poco con una frase sencilla: “Nos sentimos parte del cambio”. Y eso, quizás, es lo más valioso de todo.

Huelva, nodo verde del sur

El papel de Moeve va más allá de sus instalaciones. Su conexión con el Puerto de Huelva refuerza el papel logístico y energético de la provincia. En colaboración con Exolum y la Autoridad Portuaria, la empresa impulsa proyectos como el Muelle Sur y el Poliducto, que servirán de apoyo a la nueva planta de biocombustibles 2G de La Rábida.

Mirando al futuro

Con inversiones, tecnología y una ubicación estratégica, Huelva se posiciona como un punto clave en la transición energética andaluza. Ahora, el gran reto será que esta transformación industrial se traduzca también en beneficios reales para la gente: más empleo local, formación y un entorno más sostenible para las próximas generaciones.