
A solo unos minutos del centro urbano de Huelva, en ese lugar donde el río Odiel se funde con el Atlántico, se extiende un paisaje hipnótico de canales, limo, aves y luz: las Marismas del Odiel. Poco conocidas fuera de Andalucía, estas marismas son, sin embargo, uno de los espacios naturales más valiosos de Europa.
Con 7.200 hectáreas protegidas y una biodiversidad única, el Paraje Natural Marismas del Odiel es Reserva de la Biosfera por la UNESCO desde 1983. No solo son un paraíso para aves migratorias y especies en peligro, sino también un ejemplo de convivencia entre naturaleza, historia y ser humano.
Un ecosistema que respira vida (y barro)
Lo que a simple vista parece un paisaje plano y fangoso, es en realidad un laboratorio de vida en continuo cambio. La mezcla de agua dulce de los ríos Tinto y Odiel con la sal del Atlántico crea un mosaico de salinas, caños, islas y esteros donde conviven especies adaptadas a condiciones extremas.
Aquí se pueden observar más de 300 especies de aves, entre ellas:
- Flamencos (sí, cientos de ellos al amanecer)
- Águilas pescadoras
- Espátulas
- Chorlitejos y zarapitos
- Cigüeñuelas y garzas reales
Un equilibrio delicado: fauna, salinas y contaminación heredada
Durante siglos, las marismas han sido fuente de recursos: pesca artesanal, salinas, marisqueo… Hoy esa actividad sigue, pero bajo estrictas regulaciones. El reto: equilibrar conservación y usos tradicionales sin repetir errores del pasado.
La actividad industrial cercana (Polo Químico de Huelva) dejó cicatrices en el entorno. Sin embargo, décadas de restauración, vigilancia y sensibilización han permitido que el paraje se recupere y vuelva a ser un referente de gestión ambiental.

Visitar las Marismas del Odiel: una experiencia transformadora
Desde el Centro de Visitantes Anastasio Senra, en el entorno de La Calatilla, parten rutas a pie, en bici o en kayak que permiten descubrir las marismas desde dentro. Algunos planes recomendables:
- Ruta a Isla de Bacuta (antiguas salinas romanas)
- Sendero del Palo de la Barca: ideal para avistamiento de aves
- Paseo en kayak por los caños al atardecer
- Birdwatching con guía (ideal entre octubre y abril)
Amenazas y futuro del paraje
Aunque las Marismas del Odiel están protegidas, no están a salvo. Entre las amenazas actuales destacan:
- La subida del nivel del mar: el cambio climático podría anegar parte del terreno.
- Contaminación difusa: vertidos agrícolas y urbanos siguen llegando a los estuarios.
- Falta de conocimiento local: muchos onubenses nunca han pisado este paraje único.
El reto para los próximos años es educar, sensibilizar y vincular emocionalmente a la ciudadanía con este espacio, que forma parte esencial del paisaje y del alma de Huelva.
Las Marismas del Odiel no son solo un paisaje bonito para una excursión de domingo. Son un pulmón salino, una escuela natural y un legado ecológico para el futuro. Representan la capacidad de la naturaleza de resistir, adaptarse y renacer, incluso al borde de la ciudad.
Si aún no las has visitado, hazlo. Porque no se puede proteger lo que no se conoce.
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